María José Capellín lamenta que la «histeria presupuestaria» impida que se aclare el futuro de los docentes de Trabajo Social.
La directora de la Escuela de Trabajo Social de Gijón, María José Capellín, defendió ayer durante su intervención en el programa 'La Lupa', de Canal 10, la inversión en servicios sociales como ayuda al impulso económico. «La gente apoya que haya una gran inversión de dinero público para recuperar los sectores que entraron en crisis y, sin embargo, hay una percepción de que lo que se da para asuntos sociales es dinero a fondo perdido. Ahí se equivocan seriamente», señaló. Capellín argumentó que «la misma cantidad de dinero invertido, por ejemplo, en la atención a la dependencia, crea muchísimo más empleo que si se usa para mantener los astilleros o la construcción». En este sentido, lamentó que «sigamos con una idea procedente de la revolución industrial de que lo que tira de la economía es la gran industria, y no nos demos cuenta de que también hace falta mantener un potente sistema de servicios públicos». La directora de Trabajo Social llegó a asegurar que «el diferencial de empleo entre los países escandinavos y el nuestro tiene que ver con la cantidad de personas que trabajan allí en servicios sociales».
Capellín, no obstante, se mostró partidaria de que sea la sociedad civil, en el caso de Gijón a través de la Iglesia, y no el Estado la que haga funcionar servicios como la Cocina Económica o el Albergue Covadonga. «El Estado tiene que garantizar los derechos de quienes demandan esos servicios, pero la sociedad civil también tiene que intervenir. Luego, cada sociedad es fruto de su tradición, e igual que aquí el peso de la Iglesia católica en el sistema de servicios sociales es muy potente, ocurre lo mismo en muchos estados norteamericanos con los cuáqueros, que tienen dos siglos de atención social detrás».
«No parece que se avance»
Recordó que en septiembre la Universidad pondrá en marcha el nuevo grado de Trabajo Social, aunque lamentó que «no parece que se avance mucho» en lo que se refiere al futuro de los docentes que imparten hoy estos estudios en la escuela y su integración en la estructura universitaria. «Es cierto que es un momento difícil para todos, pero más que austeridad presupuestaria creo que lo que existe es histeria presupuestaria. Parece que no hay capacidad de ver a medio plazo que las pérdidas que supondrá para la Universidad poner en marcha el grado con gente sin experiencia serán mayores de las que supondría el trasvase paulatino del mayor número de docentes posible desde la escuela hasta el grado».
El programa dirigido por Juan Neira contó también con la presencia de la vicerrectora de la Universidad Pública de Navarra, Camino Oslé, quien consideró que la actual situación económica «debería suponer también una oportunidad para los servicios sociales. Deberían servir para consolidar este sistema de protección que, aunque es una de las patas fuertes del estado de bienestar, también es de los más vulnerables. No está desarrollado al mismo nivel que el sistema sanitario o el educativo». Oslé destacó cómo a raíz de la crisis «hay un exceso de demanda y llegan personas que nunca hubieran pensado que tendrían que aproximarse a servicios como éstos».
La vicerrectora de la Universidad Pública de Navarra destacó durante su intervención cómo la puesta en marcha de la ley de Dependencia «ha supuesto un cambio de visión». Según señaló, «ha sido un grito para decir que las personas dependientes no son responsabilidad de una persona o de una familia, sino de toda la sociedad».