El consumo de alcohol, "coca" y cannabis cae en el Principado

La consejería de Salud propone una asignatura para prevenir las drogas.
RE Nl consumo de drogas, legales e ilegales, en Asturias está descendiendo desde el año 2004, sin embargo, los programas de prevención con jóvenes siguen mostrándose poco eficaces. Este es un análisis que comparten tanto los especialistas médicos que trabajan con las adicciones como la Administración pública asturiana. Por tanto, ahora la prioridad es explorar nuevos caminos que disuadan a los adolescentes de experimentar con sustancias estupefacientes. La Consejería de Salud plantea la posibilidad introducir el tema de la prevención en el currículum de la enseñanza obligatoria, es decir, crear una asignatura que refuerce los programas que se están desarrollando en la actualidad. El jefe de servicio de la Unidad de coordinación del Plan de drogas para Asturias, José Ramón Hevia, señala que tratarán este asunto con la Consejería de Educación y Ciencia.

Este fue uno de los temas que se abordó en la presentación de la 37 edición de las Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol, un congreso que la próxima semana reunirá en Oviedo a centenares de especialistas de prestigio internacional y que está presidido por el psiquiatra Julio Bobes.


DATOS Y VALORACIONES José Ramón Hevia contextualizó la situación de las adicciones en Asturias. Explicó que desde el año 2004 ha disminuido la ingesta diaria de alcohol en los jóvenes, aunque la tasa sigue siendo alta, ya que ronda el 10% en varones y el 3% en mujeres. Del mismo modo, también ha caído el consumo de cannabis y cocaína. La última encuesta, realizada en el 2008, indica que un 1,5% de los jóvenes entre 14 y 18 años había tomado cocaína en los últimos 30 días. Sin embargo, cuatro años antes el porcentaje era exactamente el doble. En cuanto al tabaco, la media en ambos sexos bajó al 13%. En los jóvenes baja y en los adultos se estabiliza o disminuye ligeramente, en función de las sustancias. Tanto la tendencia como los porcentajes están en la línea de la media nacional, según Hevia.

Por su parte, Julio Bobes hizo hincapié en la necesidad de atajar el consumo entre los jóvenes. El psiquiatra señaló que los menores que consumen drogas se convierten en "unos enanos mentales", porque están obstaculizando su desarrollo neuronal completo. A su juicio, la sociedad está criando a unos adolescentes "decapitados". Su petición es una política más dura en la lucha contra el botellón, ya que considera que este tema se aborda de una forma "tibia".

Su objetivo es que con este congreso se reavive el debate social sobre las drogas, desmitificando su uso y sus efectos: "Hoy todo el mundo sabe que es una fantasía que su uso impulsa la creatividad y la originalidad".