Del "binge drinking" al botellón

Los atracones de alcohol en menores pueden afectar a su proceso de maduración hasta causar alteraciones cerebrales.
Beber ingentes cantidades de alcohol, en un corto espacio de tiempo, con el único objetivo de emborracharse. Es lo que los británicos llaman binge drinking . Este patrón compulsivo de alcohol, tradicionalmente vinculado a las sociedades anglosajonas, ha saltado ya hace años a España hasta convertirse en un grave problema de salud pública. Así lo indica el doctor Josep Guardia, especialista de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona.

El doctor Guardia subraya que los atracones de alcohol, el binge drinking se registran cada vez con más frecuencia entre los adolescentes españoles vinculados a su tiempo de ocio y, más específicamente, al botellón. Los adeptos al binge drinking , habitualmente menores de edad, ingieren entre tres y cinco consumiciones de alcohol en menos de dos horas. La lista de sus efectos es amplia. La experiencia inglesa revela que los varones señalan haber tenido peleas y las mujeres, sexo no deseado. En el plano físico, cada vez es más frecuente la aparición de problemas cardiovasculares: ictus, infartos e hipertensión arterial a edades tempranas. En el psicológico, los atracones producen depresión, ansiedad y trastornos del sueño.

El doctor Guardia afirma que el consumo compulsivo de alcohol provoca también alteraciones cerebrales dado que el proceso neurobiológico de maduración no se alcanza hasta los 20 años. Estos daños, en principio reversibles, pueden causar lesiones irreversibles, de continuar los patrones de consumo abusivos. De ahí que, en opinión de este especialista, el esfuerzo en prevención sea fundamental.