Los médicos aconsejan que la píldora del día después se dispense en centros de salud

Guillermo Martínez, Instuto de la Juventud
La organización médica afirma que se trata de un medicamento y que, como tal, «no está exento de riesgos»

La Organización Médica Colegial (OMC) considera que el anuncio de la dispensación libre en farmacias de la píldora anticonceptiva de emergencia (PAE), conocida como píldora del día después, supone una clara banalización de su consumo, especialmente entre la población joven. Los médicos mostraron ayer su rechazo a la venta sin receta de la píldora y aconsejan su dispensación gratuita en los centros de salud. Señalan que es un medicamento y como tal «no está exento de riesgos», por lo que consideran que debe ser el médico quien valore si un paciente debe consumirlo. En este sentido, apuntaron que la anticoncepción de emergencia no debe usarse como método habitual de anticoncepción, sino sólo como última medida cuando exista riesgo de embarazo no deseado al no haber dispuesto de otros métodos anticonceptivos.

La medida, anunciada el pasado lunes por las ministras de Sanidad e Igualdad, ha generado opiniones a favor y en contra. Los médicos hacen varias advertencias, entre ellas que la denominación «píldora del día después» es engañosa porque es un método cuya eficacia depende, en gran medida, de la inmediatez con que se tome, estando su mayor efectividad dentro de las 24 horas siguientes.

El Consejo General de Médicos defiende como más apropiado hacer su dispensación gratuita en los centros de salud, ya que a través de ellos se ofrece la misma facilidad de acceso y además el médico puede informar de manera individualizada a cada paciente, detectar cualquier desviación en el uso y en su caso hacer la planificación y recomendación de otros métodos.

Por su parte, el Consejo de la Juventud de España considera que el acceso libre de la píldora, sin receta ni limitación de edad, es una medida «positiva que nos iguala» con otros países de la UE. En los mismos términos se manifiesta Guillermo Martínez, director del Instituto de la Juventud Asturiano, quien defiende la medida como parte de una estrategia más amplia encaminada a ofrecer a los jóvenes información y prevención. «No es una medida improvisada ni oportunista, sino una decisión que se incluye dentro de un plan coherente que se está aplicando en numerosos países europeos».

Para Martínez, que espera que la medida contribuya a disminuir el número de embarazos no deseados, «los contrarios a la píldora forman parte de una reacción más interesada en imponer una determinada moral que de preocuparse por la salud de los jóvenes».

También al presidente de la Federación Asturiana de Padres de Alumnos (FAPA), Jesús Fernández Corrales, le parece un acierto. «Creo que el aborto debe ser el último paso. La mujer puede tener libertad para abortar, pero si hay otro método menos lesivo y traumático, mucho mejor». En su opinión, sería mejor que no se diera este tipo de situaciones de emergencia y que se utilizaran los anticonceptivos como fórmula de seguridad. En lo que se refiere a la banalización que temen los médicos, sugiere que «se refuercen las campañas de información para evitar un uso indeseado».

Secundino Villaverde, jefe de Ginecología del Hospital Central, recomienda la píldora «sólo en situaciones límite». Aunque considera que «no tiene contraindicaciones ni debe atentar contra la salud», el facultativo ve en su utilización «un fallo del sistema de información o poco cuidado por parte de la mujer». Para Villaverde, la píldora no es abortiva, previene el embarazo, pero tampoco es un método anticonceptivo.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán, rechazó la venta a menores de la píldora sin permiso paterno y sin receta, y opinó que con estas medidas se están «estropeando» la sociedad y el futuro de la juventud.