«Lo sabemos todo sobre el sexo»

Los jóvenes aseguran que tienen toda la información sobre sus relaciones pese a que las menores de 19 años copan el 14% de los abortos, el doble que hace diez años

Los expertos hablan de exceso de datos y falta de formación

-¿A qué edad lo hiciste por primera vez?
-A los trece.
-¿Qué edad tenía ella?
-17.
-¿Usaste condón?
-No, ella tomaba la píldora.
La entrevista tiene lugar en un pasillo de un instituto de Gijón. Es una mañana cualquiera durante un cambio de clases, en un día de lo más cotidiano -exámenes a la vuelta de la esquina, fotocopias, ansias de verano...-. Hasta ahí todo normal, de no ser porque en esta semana dos medidas sanitarias sitúan a los jóvenes en el centro de la vorágine informativa. Por un lado, el anuncio de que la llamada píldora del día después se distribuirá en las farmacias sin necesidad de prescripción facultativa, y, por otro, la aprobación del anteproyecto de ley sobre el aborto, con el que, entre otras cuestiones, se permitirá la interrupción voluntaria del embarazo a las jóvenes de 16 años sin consentimiento de sus padres. El joven que contesta a las preguntas accede a desvelar algunos datos de su vida sexual, pero sólo facilita su inicial, I. Han pasado tres años desde que I., perilla incipiente y algo de acné, perdiera la virginidad y asegura que sigue practicando sexo con asiduidad. «Algo he aprendido desde entonces», dice. «Por ejemplo, que tengo que usar preservativo». Sin embargo no siempre lleva sus conocimientos a la práctica: «Cuando estás con el 'calentón' y no lo tienes a mano tiras pa'lante y luego pasa lo que pasa. Ella se asusta, nervios y entonces vamos al médico». Su actual novia, tres años mayor que él, ya ha recurrido a la píldora postocoital en cuatro ocasiones. Por eso opina que la nueva medida del Gobierno de dispensarla en las farmacias sin necesidad de que medie la opinión de un galeno «hace que todo sea más cómodo porque antes tenías que ir a pedirla y daba corte».
La historia de la novia de I. es similar a la de las otras 1.734 asturianas que el año pasado reincidieron a la hora de recurrir a la contracepción postcoital para evitar un embarazo, según datos del Servicio de Salud del Principado de Asturias. En total, 7.113 tomaron la pastilla, 22 de ellas menores de catorce años. Lo llamativo del resumen anual es que el mayor grupo de usuarias se encuentra entre los 20 y los 24 años, con 2.056 mujeres atendidas en los centros de salud para recibir esta píldora. Una cifra destaca porque se supone que es una franja de edad bien informada con respecto a la sexualidad y sus consecuencias. Los expertos no siempre están de acuerdo con esta idea. Ana Fernández Franco, de Astursex, centro sexológico responsable de los programas educativos que se llevan a cabo en los colegios e institutos del Principado, advierte de que «los jóvenes hoy tienen mucha información, pero poca formación».
Los chavales lo niegan: «Lo sabemos todo sobre el sexo», dice M., de 19 años. De hecho, los padres poco tienen que aportar en esta materia porque la experiencia -coinciden en señalar muchos de ellos- «está en la calle» y además «siempre tratan de poner frenos».

No obstante, la sexóloga Ana Fernández observa que «en las clases hay mucha confusión, por ejemplo, sobre los tres tipos de píldoras existentes. Oyen mucho, tienen una gran fuente de información en internet, pero es escasa su formación real sobre lo que es una sexualidad saludable y cómo conseguirla. La mayoría no tiene ni idea de lo que es una píldora abortiva y las diferencias con la postcoital o anticonceptiva y, claro, ninguna de las tres tiene algo que ver con la otra».
Hay quien tiene claro, al menos, a quien acudir cuando surgen las dudas ante la primera vez o para saber cuál es el método anticonceptivo idóneo. El Conseyu de Mocedá de Gijón se ha convertido en uno de los puntos de referencia de los jóvenes a la hora de consultar cuestiones sobre su sexualidad. Sólo el año pasado 5.000 consultas sobre sexo fueron atendidas en el Conseyu. Mientras, el Centro de Atención Sexual de Avilés atendió 974 consultas en los últimos doce meses.
D. y S., dos jóvenes de 18 y 19 años, defienden la idea de que tanto ellas como sus compañeros están «preparados» para afrontar qué significa tener sexo a su edad. «Hay excepciones, pero a estas alturas ningún chico se niega a ponerse el condón y todas sabemos qué hacer en caso de problemas», comenta S.
S. es morena y guapa, viste como las bailarinas del programa 'Fama' y habla con soltura sobre sexualidad. «Todos los años nos dan clases y charlas. Hasta nos enseñaron a poner un condón en clase», cuenta. Su amiga D. parece más reservada, pero también accede a entrar en materia: «Mi novio no pone pegas a ponerse el condón y aunque dice que mola más sin él yo no le hago caso y le hago que se lo ponga».
El preservativo es hoy por hoy el método anticonceptivo más empleado. A él recurren el 82% de las asturianas. Y ello a pesar de que jóvenes como I. los consideran caros: «Una caja de seis cuesta tres euros. Si tanto hablan de los métodos anticonceptivos lo ideal serían que los rebajaran más. A veces prefieres gastarte el dinero en otra cosa». Su afirmación es una muestra más de que la información no siempre llega de forma conveniente a los jóvenes porque en el Conseyu de Mocedá se regalan todos los años cientos de preservativos precisamente para hacerlos llegar a los jóvenes con facilidad».
S. es precavida y siempre lleva uno encima, aunque «desde hace dos años y medio tengo novio formal y es él el que se encarga de esas cosas». Asegura que nunca ha tomado la píldora del día después, pero que conoce a chicas que sí lo han hecho y piensa que «las medidas del Gobierno facilitan mucho las cosas porque si tu pareja se pone preservativo y tomas medidas y luego se rompe no es culpa tuya y tienes derecho a tener otra solución. Ahora bien si lo haces de cualquier manera y pasando de todo, entonces te estás buscando tener un problema...».
También conoce a alguna joven que ha recurrido al aborto.
«Lo sabemos todo sobre el sexo»
-¿Qué opinas?
-Yo no abortaría. Ya no tengo 16 años. Yo no, la verdad. Tengo 19 años y novio y no ando por ahí cada día con uno.
-Pero, ¿cuál es tu opinión sobre el aborto?
-Que está bien. Sobre todo si es una violación. Pero eso depende de cada persona. Es una opción para no estropearte la vida.
Su amiga, D., cree que «cuanto más se liberen las condiciones más abortos va a haber porque la gente al final se libera». Sin embargo, considera que una joven de 16 años «no puede acabar con su futuro para sacar a un crío adelante. No creo que esté preparada».
Más allá va C., de 15 años. Estudiante del IES Calderón, opina que «lo duro de esa situación, es decir, de tener 16 años y quedarte embarazada es imaginar que haya padres que puedan obligarte a tenerlo en contra de tu voluntad».
El caso es que los abortos han aumentado en todos los grupos de edad, especialmente entre las más jóvenes situadas en los tramos de los 20 a los 24 años y entre los 19 años o menos, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, que recogen las interrupciones de las gestaciones en 2007. Entre los datos más sorprendentes de esta estadística, destaca el incremento espectacular de los abortos entre las jóvenes hasta los 19 años. Hace diez años representaban el 5,71% y hace cinco el 9,28%, pero las cifras se elevaron en 2007 hasta el 13,79%. Por comunidades autónomas, Asturias se sitúa en los tramos intermedios de número de abortos por cada mil mujeres, con un 7,7.
Ahora, aunque la nueva ley ampliará las posibilidades para interrumpir el embarazo, se adoptarán medidas para frenar ese incremento. Información, formación y la implicación de padres, médicos, profesores y hasta farmacéuticos en la educación sexual parecen estar en los objetivos del Ministerio de Sanidad. Este último colectivo, el de la Farmacia, será el principal protagonista a la hora de distribuir la píldora postcoital. Un portavoz del Colegio de Farmacéuticos de Asturias comenta a este periódico que «aún es pronto para ver cómo se articulará ese cambio. Falta conocer el protocolo y además cambiar el registro de un medicamento lleva su tiempo».
Con todo, surgen ya las primeras reacciones encontradas ante una medida que algunos ven como realmente eficaz para frenar los abortos y otros temen, por los efectos que sobre la salud de las jóvenes pudiera tener su uso indiscriminado. De momento, sólo se consigue con receta. Hasta dentro de un mes.