-¿Cómo ha evolucionado la plantilla de la Comisaría de Gijón desde su asunción del cargo?
-Ha habido un incremento paulatino de efectivos. En los últimos dos años, en concreto, aumentó un 22%. Otro dato muy importante es su rejuvenecimiento y, sobre todo, el hecho de que es una plantilla muy bien formada de cara a dar una respuesta profesional a sus responsabilidades.
-¿En qué áreas se ha producido este incremento?
-Hemos procurado hacerlo allí donde hay una prioridad, donde aumenta la presión de trabajo. Se ha reforzado la presencia uniformada en la calle, la unidad de protección y asistencia a mujeres maltratadas y, en el área de investigación, las dedicadas a combatir las redes de inmigración ilegal e infracciones derivadas del mal uso de las nuevas tecnologías.
-¿Se prevé alguna mejora con respecto a las instalaciones?
-En la comisaría principal, la de El Natahoyo, las instalaciones son más que aceptables. Fueron muy bien ideadas y tienen un buen mantenimiento. En El Coto, aunque no hay nada a corto plazo, se estudia la posibilidad, en su día, de mejorar las instalaciones para poder dar nuevos servicios.
-¿De qué tipo?
-Allí tenemos unas dependencias que sirven para acercar más la Policía a esa zona de la ciudad, pero no está funcionando como una auténtica comisaría de distrito. Para que actuara como tal de manera formal, habría que dar servicio las 24 horas, y no sólo de 8 a 21 como ahora, que además cierra en días festivos. No permite poner denuncias por la noche, tampoco hay patrullas que estén allí ubicadas...