Fascinación, miedo, recelo... Muchos son los sentimientos que despierta el mar, una fuente de inspiración para muchos escritores, como ayer afirmaron los escritores José Manuel fajardo, Yuri Soria-Galvarro, Eduardo Belgrano Rawson e Iñigo Echenique, en la mesa redonda Contando historias de mar , una de las actividades del Salón del Libro Iberoamericano que hasta el próximo lunes estará en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón.
En opinión de Fajardo, "las grandes referencias de la literatura universal están en el mar". Así, puso como los dos máximos exponentes a La odisea y Las mil y una noches . En ambos las historias del mar son fundamentales con dos grandes héroes: "Ulises el navegante y Simbad el marino". El gallego Iñigo Echenique también puso otros ejemplos de referentes literarios como son Trafalgar , de Benito Pérez Galdós, o las novelas de Emilio Salgari, algunas de ellas desarrolladas en el mar, con las que "muchos nos quedamos fascinados de pequeños".
Igualmente, Fajardo también recordó las narraciones de la América precolombina, donde las historias del mar son "fundamentales". Algo que en opinión del escritor granadino "no es por casualidad", ya que "el mar es el líquido amniótico de donde surgió la vida". Fajardo considera también que se trata del "territorio de los sueños, donde el hombre se cree con la capacidad de convertirse en otro" en una "dimensión minúscula donde se toma conciencia de que la naturaleza puede ser brutal".
Para Eduardo Belgrano es "difícil encontrar un espectáculo más maravilloso", a pesar de que "los argentinos vivimos bastante de espaldas al mar, un territorio que nos resulta hostil, antipático" porque en la zona del cabo de Hornos "tenemos uno de los peores mares del mundo, donde han ocurrido las mayores tragedias marítimas", pero que a pesar de ello resulta un "ámbito muy especial" para contar historias, considera Belgrano.
Una opinión similar a la mantenida por Yuri Soria-Galvarro, boliviano de nacimiento pero afincado desde hace varios años en Chile. A la hora de pensar en nuevas creaciones literarias, Soria-Galvarro segura sentirse especialmente interesado por "personajes místicos" que han recorrido la zona del cabo de Hornos, "aventurándose por esos lugares" en los que nunca sabían lo que iba a ocurrir ni si saldrían con vida.