«Ahora se recurre a la Policía para todo»

Francisco López Canedo, en su despacho de las dependencias de El Natahoyo, junto a una imagen del Rey. / LUIS SEVILLA
«Aunque los 'Ñetas' estén neutralizados, no quiere decir que el caso quede en el olvido. Seguimos vigilantes para evitar rebrotes»

A finales de este mes cumplirá tres años como máximo responsable del Cuerpo Nacional de Policía en la ciudad. Francisco López Canedo, leonés de nacimiento y gijonés por matrimonio, se reconoce satisfecho por los resultados alcanzados en este tiempo en cuanto a la mejora de la seguridad en la ciudad, pero reconoce que la Policía en ocasiones se ve sobrecargada de trabajo por una excesiva ligereza de los ciudadanos a la hora de recurrir a la denuncia para solucionar todo tipo de conflictos.
-¿Qué balance hace de estos años al frente de la Comisaría de Gijón?
-Muy positivo, tanto desde el punto de vista personal como profesional. Estoy muy contento de haber aceptado este destino. Gijón me recibió con mucho afecto y la Comisaría es respetada y está muy bien valorada por la ciudadanía. En lo profesional, contamos con una plantilla muy comprometida con su trabajo y esto ha permitido a que en los últimos años se haya ido reduciendo de forma progresiva la tasa de criminalidad.
-Habla de la buena imagen que tienen los gijoneses de la Comisaría... ¿Cree que puede verse perjudicada por la reciente fuga y posterior fallecimiento de un detenido?
-Desde la preocupación y el dolor que nos causa la muerte de una persona en esas circunstancias, nos queda la sensación del trabajo bien hecho. Existe un protocolo de actuación y los policías que intervinieron en esa detención lo conocen. El joven se fugó y, a pesar de todos los esfuerzos de los agentes para tratar de evitar que se introdujera en el mar, no hizo caso y se produjo ese fatal desenlace. Lo lamentamos, pero entendemos que no hay nada que objetar a la respuesta policial. Aunque, como es obvio, como cuerpo de seguridad público estamos expuestos a las consideraciones y las reacciones de los ciudadanos...
-Otro asunto que ha marcado la actualidad policial en la ciudad son las bandas latinas. En 2007 una intervención permitió detener a varios miembros de los 'Ñetas'. ¿Cree que el posterior rebrote de la organización puede considerarse como un fallo de vigilancia?
-Yo no hablaría de fallos. En 2007 hubo una agresión en una discoteca y, a raíz de la investigación, se descubrió que había un embrión de gente que podía estar relacionada con esta organización. En aquel momento se hicieron las detenciones y se dio toda la información al juzgado a la Fiscalía de Menores. Se entendió, a la vista de la información disponible, que la investigación estaba ya acotada y que no teníamos más vías para profundizar. Hechos posteriores, sin embargo, nos acercaron a que esa misma gente y algunos de sus amigos volvían a aparecer. La investigación volvió a tomar brío, hasta que llegó un momento en el que al analizar la información sobre los riesgos y amenazas que representaba esta organización se consideró oportuno proceder a las detenciones que ya son conocidas. No hubo fallos, simplemente son respuestas que se van dando en función del resultado de las investigaciones.
-Ahora aseguran que su actividad está 'neutralizada'...
-Sí, aunque eso no quiere decir que alguno de sus componentes no pueda llegar algún día a cometer algún tipo de hecho violento o que esas mismas personas u otras puedan intentar desarrollar nuevamente la organización en otros espacios.
-Suena contradictorio hablar de 'neutralización' con casi todos sus miembros en libertad...
-Están en libertad, pero se han establecido las medidas cautelares que ha dictado la autoridad judicial. Al mismo tiempo, nosotros hemos visto que a fecha de hoy no hay esas reuniones, ni esa distribución de tareas... Tampoco tenemos ninguna denuncia por actividades delictivas como las que se venían recibiendo, en alguna ocasión incluso por parte de la madre de alguno de los implicados. Pero la investigación no está olvidada. Estamos vigilantes y queremos evitar que esto pueda volver a resurgir.
Los jueces y el marco legal
-¿Qué piensa cuando ve las largas listas de antecedentes de muchos detenidos, cuando tras ser enviados al juez quedan en libertad y vuelven a delinquir poco después?

-Como profesional de la seguridad digo que los jueces hacen su trabajo y lo hacen bien. Son profesionales, la mayoría con fuerte vocación, que tienen un marco legal al que ajustarse y en términos generales desarrollan su trabajo con una dedicación más que exquisita. En su caso sería cuestión de debatir otro tipo de cuestiones como es la legislación, porque ellos cumplen la que tienen.
-¿Cómo valora la coordinación entre los cuerpos policiales de Gijón?
-Todo es mejorable, pero en este caso partimos de un alto grado de colaboración. Una colaboración, además, sincera, recíproca y muy en tiempo real. Trabajamos codo con codo tanto con la Policía Local como con la Guardia Civil.
-¿Se han reducido efectivos en los dispositivos especiales de fin de semana?
-Desde el momento en que nació ese dispositivo lo hizo con la idea de que no fuera rígido ni respecto a su composición, ni sobre las zonas en las que debe actuar, ni siquiera en cuanto a sus objetivos. En función de las circunstancias y de cómo va evolucionando la seguridad se está dando respuesta a los problemas que surgen. Por tanto, no diría que se han reducido, sino que está analizando el día a día y en función de los diferentes factores se está dando respuesta.
Más denuncias
-En su toma de posesión, hace tres años, mostró una especial preocupación por la violencia de género...
-Creo que es un problema de primer orden al que se le está dando respuesta no sólo desde el punto de vista policial, sino también por parte de otras administraciones. Tras la entrada en vigor de la Ley de Protección se destinaron más recursos a tratar este asunto, y el esfuerzo que se hace desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y también desde otras policías, para frenar esta sangría es muy fuerte. Cada vez hay más denuncias, pero no porque haya más violencia que antes, sino porque la sociedad está más sensibilizada. Y al denunciarse más, también hay más respuesta policial.
-También existe el fenómeno creciente de la violencia familiar entre hijos, padres, hermanos, nietos, abuelos...
-Es un fenómeno inquietante, resultado en ocasiones de una desestructuración familiar. Me preocupa mucho porque son problemas de difícil solución, que además de la respuesta policial necesitan de otro tipo de respuestas de sectores sociales, educacionales, asistenciales... A lo mejor también sería conveniente abordar estos casos desde otras vías de solución no policiales. Hablo del tema de la mediación y de la resolución amistosa de conflictos.
-¿Cree que existe una excesiva judicialización de la vida pública?
-Sí, y los datos están ahí. Se denuncia absolutamente todo: el extravío de unos apuntes, los insultos de un vecino, las molestias por el agua que cae desde otro piso sobre la ropa tendida... Utilizamos la Policía para casi todo y, aunque entiendo que para quien presenta una denuncia ese hecho en particular es su mayor preocupación y le parece muy grave, a lo mejor sería conveniente empezar a priorizar.
-¿Priorizar en qué sentido?
-Cada denuncia, cada asunto que va por la vía penal exige un procedimiento, una instrucción de diligencias, una aportación de pruebas... Por pequeños que sean los recursos que destinamos a estos casos, son recursos que dejamos de destinar a atender otros asuntos. Nosotros hacemos lo que tenemos que hacer, pero para este tipo de problemas, que en una visión general podrían considerarse menores, hay otras vías de resolución.
-¿Qué vías?
-Hablo de soluciones a través de la mediación y el arbitraje, que además suelen dejar igual o más contentas a las partes que un proceso judicial. Es un mecanismo muy desarrollado que ya está funcionando en algunas ciudades y en otros estados. Aquí sé que en el Colegio de Abogados existen letrados especializados en mediación y también que se está trabajando en esta materia por parte de alguna organización de jueces. Es un camino que todavía está iniciándose, pero a corto plazo se tiene que desarrollar.