A las diez y media de la mañana se concentraron ante la puerta de la Escuela Universitaria de Magisterio. A partir de ahí, una pequeña pizarra rectangular fue recogiendo los términos que un improvisado profesora de Asturiano enseñaba a unos no menos improvisados alumnos, que recibieron toda su peculiar clase de pie.
Era la particular forma de protesta orquestada por Xunta Moza para protestar por lo que consideran la exclusión de la enseñanza del Asturiano del nuevo plan de estudios de Magisterio.
El documento sobre el que trabaja la escuela recoge la llingua como una mención, de la misma manera que en la Facultad de Filología tiene un carácter menor. Xunta Moza ya pidió la dimisión de la directora de la escuela y ha convocado una nueva clase para mañana a la misma hora.