Salen menos y llegan antes

Hábitos Juveniles
Los jóvenes reducen sus salidas nocturnas y adelantan la hora de vuelta a casa; el 55% toca retirada entre las 12 de la noche y las 2 de la madrugada

Los datos del último Observatorio sobre Drogas demuestran, según los expertos, que crece la percepción de riesgo en la población de 14 a 18 años

Los jóvenes asturianos salen menos y llegan antes. Cuesta creérselo, sobre todo a tenor de lo que se ve cada fin de semana en las zonas de movida juvenil, pero el dato aparece en el último Observatorio sobre Drogas para Asturias, el correspondiente a 2008. De las respuestas dadas por 2.495 estudiantes con edades entre 14 y 18 años, se infiere que las chicas y chicos de la región «son más moderados en sus salidas nocturnas». También en la hora de regresar a casa, que se adelanta un poco.
Según este informe, cuyos resultados generales presentó la Consejería de Salud el 20 de febrero en rueda de prensa, cerca de un tercio de los jóvenes asegura no salir 'nunca' (el 17,6%) o hacerlo 'una noche al mes' (15,2%). Otro 25% dice que suele salir con sus colegas una o tres noches al mes. Los autores del estudio creen que «estamos en un cambio de tendencia» que da cuenta de que «un grupo importante de jóvenes adopta una postura bastante moderada», puesto que la mayoría, el 58,2%, no suele ir de marcha más de tres veces al mes.
En el otro extremo está un 22% de los encuestados que refiere salir a divertirse 'más de una noche a la semana'. Este grupo, apunta el informe, es la cara negativa de la estadística, ya que se trata de chavales que «estarían expuestos a mayores riesgos» de consumo, ya que el ocio, sobre todo el nocturno, está relacionado con la ingesta de alcohol, tabaco y cannabis, entre otras sustancias.
Otro factor que los expertos en drogadicción han tenido en cuenta para evaluar las conductas juveniles y su relación con el uso de drogas, es la hora de regreso a casa. Aquí la balanza también parece inclinarse hacia la contención. Al menos, esto es lo que se desprende de lo respondido por los jóvenes cuando se les pregunta a qué hora ponen fin a la movida. La mayoría, el 55,2% de los estudiantes, toca retirada entre la medianoche (el 28,3%) y las 2 de la madrugada (26,9%). Uno de cada cuatro lo alarga hasta las 4 de la madrugada (25,3%) y para un 14% su tope está en las 8 de la mañana. Apenas un 5,5% dice permanecer de marcha hasta más tarde.
Los expertos explican que la hora de regreso a casa es un indicador que merece la pena analizar, «ya que los jóvenes que reconocen que salen hasta altas horas tienen más probabilidad de haber consumido drogas».

Mejores indicadores

Tanto los datos de frecuencia de salidas nocturnas como las horas de marcha «han mejorado bastante respecto a los indicadores obtenidos en la encuesta de 2004», recoge el Observatorio sobre Drogas. «Ha disminuido el número de salidas y se adelantó la hora de vuelta a casa», precisa.
Desde la Dirección General de Salud Pública se achaca esta realidad a «un incremento de la percepción de riesgo» sobre el consumo de drogas entre los jóvenes asturianos. Pese a que la encuesta haya coincidido con el arranque de la crisis (los cuestionarios se cursaron en 2007), las autoridades sanitarias descartan los problemas económicos como posible hipótesis que explique por qué los jóvenes salen menos y llegan antes a sus hogares. Los especialistas prefieren hablar de una mayor concienciación, hecho que relacionan con el descenso observado en 2008 en el consumo de cigarrillos (se pasó de un 23% de jóvenes fumadores a un 13%), así como a la estabilización que mostró el uso del cannabis tras años de aumento.

Alcohol, tabaco y 'porros'

Hoy por hoy, el consumo juvenil de drogas está ligado a las bebidas alcohólicas, los cigarrillos y los 'porros' (por este orden). Un 83% declara haber consumido alcohol 'en alguna ocasión', un 42,2% ha hecho lo propio con la nicotina y más de un tercio (34,5%), con el cannabis. La percepción de riesgo es muy baja y permisiva con el alcohol. De hecho, la mayoría dice que es la sustancia de más fácil acceso, con diferencia. Su consumo está vinculado a las salidas de fines de semana, donde un 35% reconoce emborracharse con frecuencia.
Los jóvenes asturianos beben su primera copa antes de cumplir los 14 años (a los 13,8, recoge el Observatorio) y echan su primera calada también a una edad precoz, los 13 años. El primer 'porro' llega sobre los 15 años, claro que el problema con el cannabis es otro. Aunque su consumo se estabilizó tras años de aumento, sigue siendo alto y afecta de forma regular a 9.500 adolescentes y jóvenes.