LA IMPLANTACION El alcohol es, con mucho, la droga más popular entre los menores y adolescentes españoles, que se inician en su consumo antes de los 14 años, según las últimas encuestas realizadas por el Ministerio de Sanidad, que han detectado un ligero descenso. Preocupa especialmente la implantación de un nuevo patrón: el atracón de fin de semana, un consumo compulsivo de alcohol que se combina con otras sustancias y en el que priman los combinados (58,4%), la cerveza (34,1%) y el vino y los licores fuertes (27%).

LAS CONSECUENCIAS Estos hábitos de consumo se traducen en la proliferación entre menores de pancreatitis y hepatitis agudas, accidentes vasculares y comas etílicos. También hay documentados casos de infartos y hemorragias cerebrales tras episodios de intoxicación etílica aguda. El alcohol incide también en las relaciones sexuales de riesgo, los embarazos no deseados, la transmisión de todo tipo de enfermedades sexuales y los accidentes de tráfico.

A LARGO PLAZO Un estudio del Ministerio de Sanidad revela además que los efectos negativos del alcohol a largo plazo son más graves en los cerebros inmaduros de menores y adolescentes, cuya "plasticidad neuronal" es aún elevada. También destaca que el alcohol causa en los menores trastornos del crecimiento, pérdida de la densidad de los huesos, pérdida de la capacidad de memoria y aprendizaje, descenso de la testosterona en ellos y aumento en ellas.