Dos de cada diez dicen haber viajado con un conductor ebrio

Un conductor realiza un test de alcoholemia. / E. C.
Entre los mayores de 18 años, el 11% reconoce que pilotó un coche o una moto bajo los efectos del alcohol

Aunque los expertos aseguren que la percepción de peligro sobre el consumo y los efectos de las drogas es ahora mayor, son todavía muchos los jóvenes asturianos que mantienen actitudes de riesgo, principalmente, con el alcohol y el cannabis. Cerca de un 20% de los estudiantes de Secundaria admiten haber viajado como pasajeros en un coche conducido por alguien que había bebido en exceso. El porcentaje varía con la edad. Así, a los 14 años fueron sólo un 12,3% los que se subieron con un conductor ebrio, mientras que el porcentaje se dispara a un 27% (un tercio) entre los mayores de 18 años.
Pero no es lo único. Otro 11% de los jóvenes mayores de edad reconoce haber conducido él mismo un coche o una moto bajo los efectos del alcohol. En esto de la conducción temeraria son ellos los que se llevan la palma frente a ellas, donde sólo un 2,1% de las chicas dice haber viajado en un vehículo cuyo conductor había bebido demasiado.
No es ésta la única diferencia entre sexos. Mientras los chicos mantienen más conductas de riesgo, de lo que se infiere un menor nivel de concienciación, son las jóvenes las que han pasado a liderar el consumo experimental y reciente de bebidas alcohólicas, cigarrillos y tranquilizantes. A ellos les queda reservada la ingesta más abusiva de alcohol (las borracheras y el consumo diario).

Tratamientos

Actualmente, el alcohol genera más tratamientos de desintoxicación que otras drogas. A lo largo de 2008, según recoge el Observatorio sobre Drogas para Asturias, se contabilizaron un total de 452 terapias de deshabituación alcohólica frente a los 408 generadas por sustancias psicoactivas.
Y junto al alcohol crecen también los casos de jóvenes que demandan atención por su adición a la cocaína y el cannabis. En las unidades de desintoxicación, ambas drogas ocupan el segundo y tercer lugar, tras la heroína, que sigue siendo la primera causa en el apartado de drogas ilegales.
Las urgencias hospitalarias son también un buen medidor para saber si crece, se estabiliza o baja el uso de drogas en la región. En 2007, los hospitales asturianos atendieron 251 casos relacionados con el consumo de sustancias adictivas, en las que las bebidas alcohólicas figuraron en primer lugar, seguida de la cocaína, los hipnóticos y los sedantes. Asimismo, aunque existe una tendencia generalizada a creer que los 'porros' son inocuos, un 10% de las urgencias relacionadas con el consumo de drogas tuvieron su origen en el abuso del cannabis.