«El alcohol es terrible porque es una droga social, invisible»

«El proyecto de Cáritas para 2008 en Gijón es La Santina. Supera los 400.000 euros, pero no queremos que todo llegue de ayudas oficiales: el edificio tiene que salir de la gente»

Es director y voluntario. Su vida profesional la desarrolla en la Fundación Padre Vinjoy, pero dedica tanto esfuerzo y tiempo, incluso más, al contrato sin remuneración que mantiene con Cáritas. Adolfo Rivas, máximo responsable de la entidad en Asturias, asegura que la prioridad para este año es volcarse en Gijón pues, aunque es la ciudad más grande de la región, es en la que menos peso tiene Cáritas. Para ello, pondrán en marcha el nuevo edificio de La Santina (el centro de desintoxicación del alcoholismo) y abrirán un centro de empleo para 'sin techo'.

-¿El proyecto estrella de Cáritas para este año es la nueva Santina?

-La Santina es una gran apuesta. Un centro más grande en el que potenciar más el proyecto de desintoxicación. Sin duda es el proyecto de Cáritas para 2008.

-¿Es tan importante porque es el único de sus características en tratar el alcoholismo?

-Es más grande el que tiene Proyecto Hombre en Avilés, pero La Santina de Gijón es muy importante porque salió de las bases. La gente tuvo que luchar mucho para sacarlo adelante, ya que no se incluyó, en principio, en el Plan de Drogas. Sin embargo, Cáritas sabía que había que estar ahí, con los que están en la calle, donde hay un gran problema de alcoholismo. También había familias que se rompían porque la madre bebía. Cáritas empezó ahí y, ahora, ya tenemos una financiación del 50% del Plan de Drogas. Ahora queremos hacer un nuevo edificio.

-¿Cuánto dinero necesitan?

-Cuesta más de 400.000 euros, porque hablamos de un nuevo edificio en el local cedido por la diócesis en San Martín de Huerces. Además, hay que dotarlo y ponerlo en marcha, pero no queremos que todo llegue de ayudas oficiales: el edificio tiene que salir de la gente, al menos su mayor parte. Un proyecto que se pone en marcha así, con el apoyo directo de la gente, está blindado.

-¿A quién va dirigido?

-Pues tuvimos dudas sobre si tenía sentido poner en marcha un centro terapéutico de alta exigencia. Pero la respuesta es obvia: siempre que haya gente en exclusión, Cáritas tiene que estar ahí. Por eso reservamos un número importante de La Santina para los que están en la calle, aunque eso signifique que baje el porcentaje de éxito.

-¿El alcohol sigue siendo un problema tan grave? Parecía desbancado por otras drogas.

-Ese es el problema. El alcohol es terrible, porque es una droga social, invisible. Es casi una enfermedad crónica. Nos interesa que el alcohol siga estando en la mesa de debate, porque hace mucho daño.

-En pleno Estado del Bienestar, ¿todavía hay gente en la calle?

-La gente que está en la calle no cuenta. Los recursos que vienen de la sociedad es para gente que está en situación de vulnerabilidad, el que está excluido está al margen, no aparece, no hay redes para engancharle y que salga de la calle. Cáritas está ahí para que salga.

-¿Cómo? ¿Qué otros proyectos tienen sobre la mesa?

-Uno en el que nos estamos volcando es en la creación de una empresa de inserción.

-¿También en Gijón?

-Desde Gijón para toda Asturias, porque Gijón es una prioridad para Cáritas.

-¿Y eso?

-Porque es la ciudad más grande de Asturias, pero no tenemos peso en ella. Lo hemos perdido.

-¿Porque hay mucha oferta social?

-Es cierto, pero, aún así, Cáritas debería ser un referente. Aunque aquí tenemos ya La Santina, la Oficina del Transeúnte y los pisos tutelados, no lo somos. Por ello queremos poner en marcha aquí esta iniciativa laboral.

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